Para la Navidad del 2001, por primera vez, Theo viaja rumbo al país de sus antiguos amigos, Clara y Antonio. No sabe bien por qué aceptó la intempestiva propuesta de su compañero de universidad, sin antes pensarlo, sin medir consecuencias, sin recordar sus esfuerzos para olvidarlo todo, sin indagar siquiera si Clara estaría ahí. La sorpresa de verlos juntos, esperándolo en el aeropuerto de Puerto Montt, le hace preguntarse con mayor fuerza la razón por la cual, después de quince años de silencio, Antonio lo ha buscado. Cuando se conocieron, Antonio era un joven exiliado chileno en el Londres de los años ochenta, y Theo, un inglés estudiante de sociología. Su amistad nació en gran parte de la admiración de Theo por Antonio, quien anhelaba regresar a su país, luchar por la democracia y demostrar su valentía. Fue Antonio también quien le presentó a Clara. Ella ejercerá su encantamiento sobre ambos, desatando oscuros sentimientos con los cuales los tres tendrán que lidiar.