Las narraciones incluidas en el presente libro superan, sin duda, sus novelas de mayor renombre, lastradas, en muchos casos, por una extensión excesiva y un exceso de tremendismo pesimista en su descripción de la sociedad de la época. Escritos para ser publicados en revistas, elaborados con anterioridad a sus laboriosos ciclos novelescos, se puede decir que casi baten al coetáneo y brillante Maupassant en su mismo terreno –el naturalismo límpido, emotivo, impactante– y manifiestan una vertiente de Zola que, de haber abundado en la misma, lo hubiera convertido, quizá, en un autor tan vigente y atractivo como son esos otros grandes realistas decimonónicos, Flaubert y Balzac. Originales, llenos de emoción, estos relatos propician una lectura apasionante y manifiestan una faceta lúdica a la vez que muy humana del autor que finalmente resultó, quizá por desgracia, ofuscada por su condición de escritor socialmente comprometido o de cabeza de escuela literaria.