Por culpa de esta novela magistral me compré el misterio de las aceitunas o algo por el estilo. Ni el título me ha quedado en la memoria despues de la decepción que sentí con esta supuesta incursión al humor absurdo que para mi es nada más que eso, absurdo. Creo sinceramente que el humor exquisito de Mendoza se encuentra en sus novelas aparentemente no humoríisticas. Otros caso es sin noticias de Gurb, que vuelve a ser otra réplica de las aceitunas y aparentemente de la cripta... que tampoco empezaré a leer. A pesar de eso "La ciudad de los prodigios" una maravilla.
hace 13 años