Sumji acaba de conocer la felicidad extrema: le han regalado una bicicleta. Pero cuando Sumji la cambia por un tren de Aldo, su amigo del alma, los problemas comienzan. En la Jerusalén bajo mandato británcio, tras la Segunda Guerra Mundial, Sumji es un pequeño gran héroe en la tradición de Huckleberry Finn o Holden Caulfield.