A finales del siglo XIX, los europeos lo darían todo por emigrar al continente americano, donde buscan cumplir todos sus anhelos. Eso mismo debió de soñar los familiares de Maria Anna Caduff cuando, el 2 de noviembre de 1867, subieron a un barco que zarpó de Hamburgo con 544 emigrantes a bordo. Cuando, dos meses después, atracaron en el puerto de Nueva York, 108 pasajeros habían muerto. Entre los supervivientes, encontraron a la supuesta hija del fallecido cocinero que dice llamarse Mary Mallon. Sin embargo, la ciudad a la que llega esta Lolita suiza es un montón de tierra donde el aire está tan contaminado como hoy, los hombres de honor no lo son tanto y las mujeres son maliciosamente tacañas. Allí, en un mundo decepcionante, las enfermedades arrasan, y Mary, la heroína de esta historia, ya sea como amante o como cocinera, se convertirá en una especie de ángel vengador contra la mezquindad de un mundo que, por desgracia, no es muy distinto del nuestro.