La mamá de Félix, Fatou, es una mujer ingeniosa, divertida y generosa. Una persona llena de una vitalidad que un día se desvanece por
completo. Félix se encuentra cada vez más desolado, cuando los intentos por ayudarla fallan estrepitosamente. La búsqueda de las
raíces de Fatou, en su África natal, se plantean como la última opción para salvarla, por lo que emprenden un viaje trascendental para ambos.
“Félix y la fuente invisible” forma parte del “Ciclo de lo invisible”, una serie de novelas de lectura independiente en las que Schmitt
explora la búsqueda del sentido. En este caso, el autor se acerca a la espiritualidad por medio del animismo. Se trata de una aproximación plasmada de manera muy bella, aunque mi lado más escéptico recela de este tipo de planteamientos.
Una de las mayores virtudes de la novela es que logra plantear aspectos trascendentes a través de una prosa muy sencilla y poética.
Resulta especialmente emotivo el gran amor de Félix hacia su madre.
“Félix y la fuente invisible” es una novela bonita y optimista. (Ana Rayas, 31 de agosto de 2020)