Libro muy ligado a la actualidad, casi al borde del oportunismo como ocurre con algunos programas televisivos, recoge un tema tan candente como doloroso: los niños robados. Y no, no se trata de los niños robados durante la dictadura argentina o la posguerra española, sino de esos casos de hace veinte o treinta años que están saltando a los telediarios constantemente. La historia es realmente entretenida y emotiva, muy bien escrito, ágil y respetuoso, y es fácil sentir empatía por los personajes. Sin embargo, también resulta un poco increíble la conducta de varios de los personajes, y abusa un poco de las casualidades. Para mí lo mejor es el personaje de Laura, la "niña robada", que refleja muy claramente las dudas e indecisiones de las personas que hayan pasado por esa dura experiencia, que hace frente como puede al desmoronamiento de toda su vida, de todo lo que consideraba inmutable. Por el contrario, el personaje de su hermana Verónica no acaba de convencerme del todo, no sé si por su excesiva agresividad o por la actitud que adopta, por no hablar de la poco interesante historia amorosa en la que está implicada... Sin embargo, todos los personajes secundarios (padres, amigos, hermanos ) resultan muy creíbles, incluso sería deseable una mayor atención a ellos. En resumen, un libro recomendable, desde luego no se trata de una obra maestra, pero sí de un libro de lo más entretenido y que además te puede llevar a reflexionar sobre el significado de la familia, y sobre si la verdad nos hace libres o en ocasiones vale más seguir viviendo una mentira. (Mercedes Yáñez)
hace 11 años