«A principios del siglo XXI, la ciudad donde nací dejó de ser la ciudad donde había nacido. La ciudad real se convirtió en la ciudad de la memoria y sus calles, en el eco de las calles donde yo había vivido. Sólo el eco -como los pasos en un escenario vacío-, y su recuerdo, un espejismo. Pensé en la ciudad distinta y en la literatura como en un testamento del tiempo. Y supe que debía escribir este libro.»
Escrita con el poder evocador y la belleza que definen la literatura del autor, esta obra es la crónica de una ciudad -Palma de Mallorca-, situada en la encrucijada entre Oriente y Occidente y con el mar como frontera inmóvil. Una emocionante elegía por un lugar que tal vez nunca más podrá volver a ser lo que fue en las brillantes décadas de los sesenta y los setenta, cuando artistas e intelectuales, aristócratas, testigos de la Segunda Guerra Mundial, hippies, espías, exiliados y soldados estadounidenses entrecruzaron sus vidas con los habitantes de la isla.