Pàmies despliega un estilo en el que la ironía y la precisión se confabulan para proponer, a través de historias de intenso contenido emocional, una agridulce visión del mundo. En estos nueve cuentos Pàmies logra domar el desconcierto y el pánico que corroen a sus personajes, individuos poco heroicos que suelen preferir la conveniencia a la promesa de la felicidad. Parapetado tras un escudo de cáustico distanciamiento y utilizando la perplejidad como método de observación, Pàmies describe la complejidad de los mecanismos anímicos y mentales que, a la postre, nos sirven para enmascarar tanto la alegría como el dolor.