A sus treinta y siete años, Hugo Vallejo es un destacable y prometedor inspector de la Policía Científica. Para sus compañeros no es sólo una persona audaz con grandes dotes detectivescas, sino un tipo arrogante e individualista al que le cuesta socializar. Sin embargo, su carácter se transforma cuando está con Mario, el amor de su vida. Una relación que ninguno se esfuerza en ocultar pese a vivirla en un entorno de policías ordinarios y criminales sin escrúpulos que la van poniendo a prueba. En El tiempo que tuvimos, segunda entrega de la serie, el inspector Vallejo viaja hasta un pueblo de la costa almeriense para pasar su luna de miel. Lo que parecían unas tranquilas vacaciones se convierten, tras la aparición del cuerpo de un joven, en una trepidante investigación que desafiará no sólo a sus capacidades, sino que al mismo tiempo hará tambalear la relación con Mario.