La salida de este libro supuso una alegría para mí por dos aspectos: por ser Zafón uno de mis autores favoritos y por el retorno de Daniel y el resto de personajes de las dos novelas anteriores. En un principio no pensé que estos volvieran a salir más que para un cameo, pues eso era lo que conectaba a las novelas. Pero no, Daniel regresaba como protagonista y con él lo hacían Fermín, Bea, Gustavo y el resto de personajes de "La Sombra" y también otros de "El Juego", como David. Esperé con ilusión el día de su salida y me planté a primera hora en la librería como un sediento en busca de agua en el desierto. Necesitaba leerlo e iba con unas expectativas harto elevadas tras el buen sabor de boca que me causaron los otros dos. El primer chasco en sí vino dado por el número de páginas, pues su tamaño era bastante inferior al de sus antecesores pero, por desgracia, ese fue el menor de los detalles. No sé en qué pensó Zafón cuando escribió "El Prisionero del Cielo" y quiero creer que Planeta le metió prisa para que no se demorase otros siete años en concluir la obra y escribió con prisas esta cosa. Me duele en el alma, pues amo los dos primeros libros de corazón, pero lo de este libro es raro de narices, si se me permite la expresión. Me gustó que los caminos trazados con anterioridad convergiesen, pero no para empañarlos. Espero con franqueza que el último título esté a la altura de los otros dos, pues este desentona mucho en comparación. Y sobre todo, señores de Planeta, no hagáis una "putada" como cuando sacasteis "El Príncipe del Parnaso " junto a este libro meses después de su salida (y sin posibilidad de comprarlo suelto) cuando muchos adquirimos ya el ejemplar en su momento. Esa jugarreta no nos hizo gracia a muchos.
hace 8 años
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