Caldwell es un auténtico maestro. Esta historia del sur profundo de los EEUU es otra perla de su sarcástica literatura. Personajes derruidos por su incultura, superchería y fanatismo, que se agarran al primer clavo ardiendo que pasa por sus asoladas tierras. El predicador es un trilero. Un vendedor de humo que se aprovecha de la ignorancia de las gentes y que peca, bebe y fornica como el que más. Muy notable, y muy en la línea de Faulkner.
hace 8 años