En este tercer libro de la saga del "Portador de la luz", el autor da un giro en la forma de relatar y contarnos la historia. Se centra más en explicarnos cómo funciona y se rige el mundo de las Siete Satrapías. Mucha menos acción que en los libros anteriores (hubiese sido pedir demasiado), hace como un pequeño paréntesis en la Guerra del Principe de los Colores para sumergirnos en la evolución del personaje de Kip. En esta parte, en vez de crear más acción (yo he estado esperando todo el libro a que ocurriese), se recrea más en las estrategias que llevan a cabo los personajes, a misiones, a pactos secretos y así así tejiendo una red de espionajes y confabulas. Personajes secundarios empiezan a tener más importancia en la historia. Buen libro para adentrarse más en este mundo de magia y de Dioses. Esperaremos ansiosamente al cuarto, sin duda!
hace 9 años