En el siglo XIV, durante la noche de San Remigio, el Duque Wilhelm von Breysach es asesinado mediante un certero flechazo. Todos los indicios apuntan a que el culpable es su hermanastro, el Conde Jakob el Barbarroja, pero éste tiene una coartada perfecta: en el momento del crimen yacía en secreto con la bella Wittib Littegarde. Como ella lo niega, el Emperador decreta que el honor de Littegarde y la sinceridad del Barbarroja se decidan en un duelo, donde la voluntad de Dios dará el triunfo a la espada que defienda la verdad.