Una novela que se desarrolla en nuestro planeta en un futuro no muy lejano, que, aunque no me ha entusiasmado, hace reflexionar sobre la condición y el destino del ser humano.

Un libro de ciencia ficción destacable escrito en los cincuenta con el argumento, coincidente con el de '2001', de la visita extraterrestre (a priori) benigna para tutelar a la raza humana. Es interesante porque se tratan algunos temas donde el autor demuestra una notable predicción futurista como el conflicto nuclear, la robotización y el fin del trabajo, un gobierno mundial sin ideologías más allá de la gestión eficiente, etc. No acierta, sin embargo, en otras tendencias actuales, por ejemplo, todo lo relativo al feminismo (no hay superseñoras) o al factor medioambiental (como límite al superestado del bienestar tecnológico). Y, finalmente, comentar también que me quedo con la primera parte del libro ya que, pese a su originalidad, no me convence demasiado la apoteosis final.

Un libro escrito claramente en plena Guerra Fría, pero más necesario que nunca, ahora que las generaciones jóvenes son totalmente ignoradas por un sistema incapaz de mirar más allá de un paso en el futuro, atrapado en un eterno presente lleno de individualismo y ansiedad por falsos problemas. Es un libro sobre nosotros, la humanidad, con nuestros errores y aciertos, pero sobre todo con ése gran potencial que tenemos pero que siempre malgastamos en violencia, banalidades e ignorancia. Karellen es casi desde el principio entrañable, con su sincero aprecio por los humanos (perfecto el final), y representa perfectamente a los Superseñores, una especie envejecida y excesivamente práctica, sin capacidad para la innovación y la creatividad, y que envidia a los humanos, una raza pequeña y joven, con problemas desde su punto de vista ridículos, inocentes que creen que la utopía es un fin en sí mismo, y con un potencial infinito para la evolución. No sólo éso, narrativamente la novela es brillante y mantiene en todo momento el interés, desarrollando los enigmas que plantean los Superseñores a lo largo de los tres capítulos en forma de thriller(s) e incluyendo elementos muy emocionantes más propios del terror y de la épica, con el "despertar" de los niños y la odisea de Jan. A decir verdad lo tiene todo: filosofía, espectacularidad, grandes conceptos, crítica política y social... Me dejó huella y guardo un recuerdo muy especial de esta novela. Nota final: el episodio de la Plaza de Toros en Madrid me parece perfectamente válido, y bastante satisfactorio, la verdad.

Antes de nada. Me ha encantado. No le doy un 10 por dos motivos. Primero que me cansa ese egocentrismo norteamericano. Los extraterrestres solo se manifiestan en EEUU? No hay mas países? Y la humanidad acaba hablando en inglés... vengaaa un poco de originalidad. El idioma mas hablado y el lugar mas poblado está en China! Mi segundo motivo alude a que los aliens son animalistas, me parece muy bien pero dudo mucho que la única muestra de castigo sea precisamente en España, en una corrida de toros. Soy antitaurina como la que mas, pero cree el autor que en su país no hay granjas de pollos hacinados o peleteras que despellejan vivos a zorros y focas bebe? Un animal vs cientos de ellos. Donde iría una raza superior? Todo lo demás es perfecto. Entretenido, inesperado, bien redactado, imaginativo y genial. Lo recomiendo pero no es un 10.

Dividido en 3 espacios de tiempo diferentes, antes, durante y después, Arthur C. Clarke muestra en este libro lo que sería de la raza humana si el día de mañana fuéramos “perfeccionados” por una raza extraterrestre sin que pudiéramos quejarnos al respecto. Desarrollando personajes por demás entrañables, valientes que se atrevieron a buscar un contacto más directo con los superseñores y además desafiarlos a su manera. Resalto la forma que da Clarke a estos seres es muy divertida, parece que se dio su propia licencia para hacer bien raro a este personaje, sin embargo ¿Por qué no desatar más la imaginación de esa manera? es que lo imagino diciendo “si yo quiero puede tener cola!” (no creo que haya sido así). Al ser el mundo un lugar tan utópico gracias a esta raza que llega para ayudarnos a no morir víctimas de nuestras propias bombas atómicas, el autor hace consciente al lector de que la humanidad ocupa un lugar muy pequeño, además de poco evolucionado en el universo y que está lejos de poder el centro de este, ¿o no? Este libro a media que he ido avanzando me ha generado bastantes reflexiones, lo recomiendo porque te ayuda a especular sobre el futuro, no personal sino de la humano, pero ojo deben estar preparados para el final porque lo que augura Clarke para la evolución de la raza humana es algo que no me esperaba y me ha encantado totalmente.

Lectura obligada. Un libro que mezcla cuestiones psicologicas filosoficas y cientificas. Cuando comienza el nudo del libro no podes dejar de leerlo.

Buenísimo libro, me encanto como va desenvolviéndose la historia y como se mantiene el suspenso, y el final tampoco me lo esperaba así, lo recomiendo mucho.

Novela muy interesante con giros inesperados. Te hace reflexionar sobre qué es mejor, un gobierno más libre pero con sufrimiento, criminalidad, etc. o una dictadura en la que todo va bien. Buen giro al final sobre el siguiente paso evolutivo en la humanidad El punto negativo es que no hay mucha acción por lo que a veces se puede hacer un poco tedioso o no muy motivador

Los grandes clásicos de la CF no defraudan. En éste Clarke trata uno de los temas que más le preocupaban, el lugar que ocupa la humanidad en el vasto universo y su capacidad para seguir evolucionando en un futuro, y está considerada una de sus mejores obras, si no la mejor. Nos plantea un escenario terrible y a la vez totalmente pacífico. Los superseñores llegan a la Tierra en sus naves espaciales, con una tecnología y una inteligencia tan superior a la del hombre, que lo dominan sin necesidad de luchar. Ellos a partir de ese momento son los que gobernarán nuestro planeta bondadosamente, como si fuéramos niños que necesitan guía para no autodestruirse a sí mismos. Así empieza una era de paz, prosperidad y comodidad, ya que gracias a los avances y consejos de gestión de recursos no será necesario apenas el trabajo. La crueldad con especies inferiores se elimina radicalmente (buenísimo el episodio en el que al empezar una corrida de toros en Madrid, 10.000 personas sufren un dolor inmenso de repente, aunque luego resultan ilesos, que les quita las ganas de volver jamás por allí). Las religiones se hicieron innecesarias. La seguridad estaba garantizada porque “si no te falta nada no tienes necesidad de robar”. Una auténtica utopía vamos. El otro lado de la moneda es que la humanidad ya no es libre de trazar su propio camino y los grupos subersivos empiezan a aparecer. Además, la negativa de los superseñores a mostrarse visualmente hace que la curiosidad humana se ponga en funcionamiento. La obra se nota bastante heredera del pesimismo reinante en esos años en América cuando acababa de terminar la II Guerra Mundial y en plena otra guerra con la URSS, la guerra fría. El origen es un relato corto de él mismo llamado El ángel guardián; lo expandió para dar lugar al primer capítulo de la novela. Con un inicio lleno de misterio y acción, bastante divertido, se va después Clarke por derroteros más filosóficos que hacen decaer un poco el interés, hasta llegar a la apoteosis final, sorpresa mayúscula y teoría impresionante sobre el destino de la raza humana.