A la historia le falta ritmo, pasión, y además la prosa deja bastante que desear, demasiado fácil.
hace 8 añosSiglo XVII. Mientras Felipe III agoniza en su lecho, el hombre más ambicioso y poderoso del reino, el conde duque de Olivares, consuela al débil sucesor a la corona, Felipe IV, príncipe de Asturias, con una única intención: dominar su frágil voluntad para hacerse con el poder. Entre tanto, en la villa y corte de Madrid la decadencia del gran imperio español afecta por igual al clero, la nobleza y el pueblo. La moral y las buenas costumbres que desde los tiempos de los Reyes Católicos imperaban se diluyen inexorablemente. A diario se libran riñas, violan conventos, pergeñan embustes y saquean iglesias. Cataluña, Portugal, Navarra y Andalucía amenazan con independizarse. Cuanto más crece el poder del valido del rey, más aumenta el miedo a enfrentarse a él. Sólo seis mujeres sueñan con la venganza. Y cada una tiene su propio motivo: el deshonor moverá a Ana de Guervara, el asesinato de su marido, a doña Inés de Vargas, la ruina, a la duquesa del Infantado, el rapto de un hijo recién nacido, a la Calderona, y la lealtad hacia un rey demasiado débil, a la reina Isabel y a sor María Inés de Ágreda. Esto las impulsará a unirse en un fin común: destruir al tirano.
A la historia le falta ritmo, pasión, y además la prosa deja bastante que desear, demasiado fácil.
hace 8 años