Cable de cobre. Planchas de hierro. Chatarra. A veces aceite o incluso un bidón de petróleo, un recurso de otra época. Estos son los tesoros que el joven Nailer rescata de los barcos varados en la playa. En la costa de lo que una vez fue el golfo de México, la gente sobrevive desguazando antiguos petroleros y buques mercantes, y malvendiendo a las grandes empresas. Nailer y sus compañeros, la «cuadrilla ligera» afrontan el trabajo más arriesgado: meterse en las entrañas de los barcos. Es una profesión dura en un mundo duro, en el que nadie cuida de nadie y gana quien es más rápido. Solo hay una manera de escapar: con un golpe de suerte. Y la suerte sonríe a Nailer el día que descubre un hermoso velero, uno de los clíperes con los que siempre ha soñado, encallado en las rocas. Con lo que saque del naufragio, podría abandonar la playa. Aunque dentro también hay una chica prisionera: si la mata, será rico; si la ayuda a regresar con los suyos... empezará la aventura.