Nacido al sur de España, y con una infancia algo difícil, Antonio nos cuenta en primera persona la historia de su vida, una vida marcada sobre todo por las malas elecciones y alguna que otra acertada (mas bien pocas). Cuando hay ansia de progreso, el camino fácil no siempre es el mejor, mas bien casi nunca, y así lo ira descubriendo el personaje principal de esta historia. Como dice, los sueños acostumbran desenvolverse con mas comodidad en la imaginación que en la acción, entre otros motivos porque en la imaginación se les permite levitar. Y así era Antonio, muy de levitar para mi parecer.
Basada en la época de la transición, marcado por época de cambios, la suya es una historia de supervivencia, de un golfo que busca el camino fácil y que además la vida se empeña en complicarle más todavía sus malas decisiones dejándose influir por el entorno y los personajes que le rodean. Una madre medio ausente, un padre que se va demasiado pronto de esta vida, un padrastro que le hace la vida imposible, unas amistades desaconsejadas, y así un sinfín de personajes varios que dan para desarrollar cada uno una historia propia.
Esta historia de picaresca moderna para mí ha sido un descubrimiento. Una lectura absorbente por la manera en que está escrita, con una muy buena utilización del lenguaje que juega con el humor negro y nos hace reflexionar por su continua utilización de aforismos, muy bien traídos, por cierto.
Si tengo que ponerle un pero a esta lectura es el cambio a tercera persona que realiza el autor a mitad del libro para luego volver de nuevo a utilizar la primera persona. Diría que es algo que me ha descolocado un poco y sigo sin encontrarle ningún sentido, aparte de liar al lector. (Marisa Cuesta, 24 de febrero de 2023)