«el afinador de habitaciones» es una narración desbordante en la que se suceden sin descanso las filias literarias del narrador -un adolescente algo excéntrico-, sus manías compulsivas, su ansiedad mitigada a base de coñac, sus encrucijadas sentimentales, obsesivas y caóticas, y las visitas de desasosegantes presencias de ultratumba. Sus pensamientos se mueven entre la inteligencia de un superdotado y la candidez de un adolescente, entre el humor más cínico y el más ingenuo de los romanticismos. Y entre todo ello, la literatura como trasfondo vital y moral, llevada hasta límites tan subjetivos que la propia realidad es puesta en duda.