La misma anécdota trivial es redactada de muchísimas formas diferentes, la mayoría muy sorprendentes, en las que se adoptan distintos puntos de vista o solo se tienen en cuenta los colores u olores; en otra faltan las vocales y en la siguiente las consonantes... Es una maravilla comprobar lo que se puede hacer a partir de una nadería. Ya que tenemos que leerlo traducido, al menos contamos con una excelente versión en castellano de Antonio Fernández.
hace 3 meses
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