Cuando pensaba que ya había cortado los lazos con el pasado, una inusual petición de su madre hizo que Caretta Rutledge volviera al lugar donde había transcurrido su infancia... justo en el momento en el que estaba perdiendo el control sobre su vida. Poco tiempo después, tuvo que abrir su corazón a los ritmos de la isla y a las viejas amistades de antaño. Pero iba a ser su madre la que le iba a enseñar las lecciones más importantes de su vida: el verdadero amor significa hacer sacrificios, la familia es para siempre y siempre se pueden perdonar los errores.