Gost, un pueblo croata de veranos abrasadores e inviernos gélidos, se encuentra rodeado de montañas y campos de flores silvestres que nadie pisa. Es el hogar de Duro, que sobrevive aletargado hasta que un día la ventana de la vieja casa azul que lleva más de una década vacía aparece abierta. La llegada de Laura y sus hijos supone un terremoto en el pueblo. Pronto, la relación que Duro entabla con los ingleses y las obras de reparación que él mismo emprende en la casa azul abrirán las compuertas del pasado, y por ellas entrarán en tromba los días de la infancia, el primer amor, las primeras traiciones y también la guerra y la muerte que llegaron luego, y de las que ya nadie habla.