Este libro está sobrevalorado, o al menos yo esperaba mucho más debido a las buenas críticas que recibía a mí alrededor. Refleja muy muy bien la época complicada de drogas, prostitución y decadencia en la que este barrio sevillano se encontraba en los años 70 y 80, pero creo que si lo lee alguien de fuera se pierde una gran parte de la calidad del libro. Luego esperaba algo más en la trama, y aunque tiene frases muy buenas, y llegas a encariñarte con algunos de sus maltrechos personajes, no es más que una historia de yonkis y sus vicisitudes. Transmite a la perfección el mono, el agobio, la ansiedad y la frustración de quienes están enganchado y pone al lector en su piel durante toda la historia. Es un bucle infinito cuyo final es inevitable y desolador.
hace 2 meses