El barrio es casi un personaje más, en continuo diálogo con el resto de las figuras.(...) Habitan el barrio vinateros, hojalateros, serenos, faroleros, bohemios con capa española y sombrero haldudo, figuras populares que animan este espacio, imprimiéndole un inconfundible clima, una peculiar atmósfera. El paisaje humano se completa con los escenarios físicos: la casa, en primerísimo lugar, la farmacia, tan vinculada a la historia de Isabel y Luis, la huevería-pollería, la tienda de ultramarinos, la lechería, las tabernas, el colegio de señoritas, la pensión para huéspedes que regenta la militara... (...).Allí vivió Rosa Chacel el final de ese mundo mágico que es la infancia.