A duras penas conseguí terminar Justine. Afortunadamente mi manía de no dejar ningún libro a medias me empujó a leer Balthazar y ha merecido la pena. En este libro cobra forma el anterior. Su lectura es más ágil, los personajes se definen, los sucesos se van aclarando. Me ha parecido magistral la ambientación del carnaval y deliciosas y divertidas algunas partes dedicadas a Scobie y a Pombal.
hace 7 años