No tengo el conocimiento de sus otras novelas, las de esta escritora, pues es mi primera vez, aún así añadiría que si este es su habitual estilo, el que utiliza en esta novela diría que me planto aquí. Es un estilo complejo, demasiado intimista, tanto que se siente altamente intenso y abrumador. La historia en sí no tiene apenas pretensiones ni grandilocuencias, es simple y sobria, llena de profundidad, excesiva diría yo y toda ella se la lleva la protagonista y sus interminables monólogos sobre sus estados de ánimo, su interminable ansiedad ante la vida, su pareja, su familia, la familia política, miles y miles de ahogos y agonías. No podría dejar de añadir su gran evocación a la falta de suelo en el que pisar, esa sensación de vacío que padecen algunas personas cuando la vida no les da lo que esperan o simplemente se ahogan en un vaso de agua, aún así la escritora lo refleja magistralmente, toda una historia simple sin demasiado que contar ni que aportar, sobre una pareja que está en crisis por la falta de amor, de comunicación o principalmente por la falta de todo, no se lee con agilidad ni tiene ritmo suficiente para no darte ganas a mitad de camino de abandonarla, yo la terminé por cabezonería.
hace 2 años