Para mí una novela con excesivos altibajos, con los picos más altos en la descripción de los sucesos que transcurren durante la segunda guerra mundial en el frente del Pacífico y con los más bajos cuando trata de las relaciones familiares, agotadoras y plagadas de idas y venidas que no conducen a ningún sitio y que incluso son totalmente superfluas para el desenlace final. Es Grishman y resulta muy difícil calificar un libro suyo como malo o aburrido, pero desde luego, es de esos libros que si no se leen, no se echan en falta.
hace 8 meses