El 8 de noviembre de 1913 (1912+1, como escribió en cierta ocasión D´Annunzio para exorcisar el número fatídico), en San Remo, la condesa Tiepolo, esposa de un capitán de los Bersaglieri, mata de un disparo al asistente de su marido, Quintilio Polimanti, quien, según la condesa, había intentado forzarla sexualmente. El proceso no tendrá lugar hasta cinco meses después. A pesar de la debilidad de los argumentos de la defensa, las incongruencias y las comprobaciones contradictorias, se salvaguardará finalmente el sacrosanto concepto de la familia.