Resumen

Esta es la crónica de un día en la vida de Leopold Bloom, de su mujer Molly y del joven Stephen Dedalus en la ciudad de Dublín. Con la descripción de la odisea interior de estas vidas insignificantes, el genio de James Joyce convirtió la prosaica y vulgar epopeya del hombre de nuestro tiempo en una obra inmortal.Al descubrir una nueva dimensión de la existencia humana, Joyce ha conmocionado con esta obra innovadora la literatura del siglo XX.

18 críticas de los lectores

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Ulises - James Joyce Editorial Penguin (Debolsillo). Traducción de José María Valverde: Excelente, 974 pag. De momento he llegado hasta la página 326, no sé si continuaré o lo dejaré por imposible, en el caso de que lo acabe algún día va a ser por orgullo ya que no hay apuesta de por medio. También es cierto que acabarlo es reconocimiento de alguna manera a este trabajo, además de una gran inversión de tiempo. Lo que no es mi deseo…... Me lo tengo que pensar. Bajo mi punto de vista, que evidentemente es el de un lector con poca cultura, el estilo de Joyce es en general enigmático, abstracto, una amalgama de ideas inconexas, que van surgiendo en torbellino una tras otra sin parar (ojo que el libro es gordo). Existe algún fragmento un poco más coherente pero es raro, lo normal son despropósitos constantes. Se dice en la introducción que en este libro Joyce hace alarde de numerosos estilos literarios, de un enorme manejo del lenguaje y de las ideas, pienso que es como un instrumentista que toca un solo de un gran virtuosismo y que no hay quien entienda, ni nos llega, ni es agradable, además tampoco nos aporta nada. Lo opuesto a Bach por ejemplo. Referente al humor, que he leído posee esta obra, yo no lo he notado. Y respecto a las constantes alusiones a la Odisea, me acuerdo de Jorge Manrique: Dexemos a los Troyanos, que sus males no los vimos ni sus glorias. Lo único que he sacado en claro es que el Sr. Bloom era un guarrete de primera. Voy a transcribir un fragmento que es justo donde me he quedado para ilustrar este estilo: No habrá posterior deshacimiento que deshaga el primer deshacimiento. El colmillo de jabalí le ha herido allí donde amor yace sangrando. A la furia, aunque sea vencida, le queda sin embargo el arma invisible de la mujer. Hay, lo noto en las palabras, algún aguijón de la carne que le empuja a una nueva ocasión, una sombra más oscura de la primera, oscureciendo incluso su propio entendimiento de sí mismo. Un hado semejante le aguarda y las dos furias se mezclan en un torbellino. Podría muy bien decir que soy un gran intelectual, con lo cual considero que es una maravilla, ya que está parece ser una de las principales obras literarias del siglo XX. Prefiero mantenerme fiel a mí mismo, decir lo que pienso y pasar por ignorante que admirar lo que no entiendo. Pienso que este libro es muy difícil de leer, con un lenguaje complicado, lento, no engancha, a cada página dan ganas de dejarlo, no tiene ningún argumento y no aporta nada, ni belleza, ni ética, ni moral, ni razón. No lo recomiendo, o al menos tómese alguna versión eBook y léase 40 o 50 páginas antes de adquirir el libro en papel. Nota: A ratos lo cojo para quitarlo de en medio y voy por la página 611.

hace 7 meses
10

La obra cumbre de la literatura del siglo XX. Una novela de difícil lectura, pero una perfecta obra de arte. Trasciende a la propia literatura.

hace 1 año
10

Por allí leí que este libro solo se puede disfrutar plenamente en inglés. ¡Qué atrevimiento! Ni los propios dublineses podrían entenderlo. Por eso se tardaron tanto en traducirlo a otros idiomas. Salió completo en 1922 (lo publicó por entregas semanales durante algo así como 6 años), pero se tradujo al español hasta 1945. Me tomó dos meses dos días leer el libro, apartando tiempo, y buscando silencio para poder enfrentarlo. Siempre había leído comentarios, breves, no reseñas; que era un libro difícil, repleto de galimatías ininteligibles, en argot dublinés, lo cual metía un poco de miedo. Pero atraía leer un libro sobre el cual una de las cosas que lo afamaban era que toda la trama sucede en un día. Nada más, solo esas advertencias y motivaciones, nada más. A la hora de agarrar el libro, después de 20 años de haberlo comprado (luego lo vendí por una suma módica ya que lo encontré en versión digital, lo que me facilitó todo el mundo ya que es mucho más fácil hacer comentarios, copiar frases dignas, buscar información o sitios en internet); después de las primeras dos páginas, estaba, sinceramente perdido, no miento, y empezó mi enfado, estaba realmente enojado. Luego de dos meses y medio y no sé cuántas páginas, quizá unas 700, sin contar las 200 o más páginas de notas de pie (no sé con exactitud porque el número de páginas varía según lo lea en la laptop o la tablet), me sentí feliz de haber afrontado cara a cara este reto, leyendo dos veces cada capítulo, repasando esas frases confusas, esos neologismos, esa narrativa con violentos quiebres, que cambia de persona gramatical, que cambia de tema, que confunde datos adrede, etc. Fue como cruzar el Atlántico a pura brazada. Joyce describe lo que lo motivó a embarcarse en semejante empresa en el propio libro en palabras de uno de sus tantos personajes: “Falta escribir la gran obra irlandesa”. James fue un erudito, un lector compulsivo y muy organizado para archivar los datos. Él se propuso hacer esa magna obra y lo logró, y quiso ser, muy de acorde a su época, totalmente vanguardista, revolucionario, desechar todo lo que se conocía hasta entonces en estilos literarios, y reinventarlos. En todos los libros cumbres de la literatura universal, escogió la Odisea, para motivarse con el reto, para guiarse, pero también, más que todo, según mi opinión, para demostrar que él podía llegar a ser tan grande y tan eterno como Homero. La obra tiene partes que son un desperdicio, intolerables, pero no opacan el esfuerzo titánico de Joyce, y tampoco se puede dejar nunca de lado que él delineo cada milímetro de su kilométrica obra y hasta esa absurdidad estuvo perfectamente planeada, en su lugar, donde el lo pensó, lo propuso y lo cumplió. La obra está repleta de cultismo: datos históricos, personajes históricos, hechos históricos, de religión, ciencia, geografía, viajes, etc. Y cada tema lo toca con precisión. Los temas principales (aunque se desvanecen por la depravación clara y alocada en el antepenúltimo y último capítulos), son Irlanda, su historia, sus héroes, mitos, leyendas, ridículas creencias populares, arte culinario, política, luchas, guerras, el argot callejero del dublines, sus costumbres, cualidades y grandes defectos. Todo es Dublín, un poco de Irlanda, pero todo es Dublín. Una cosa plausible es que se propuso utilizar diferentes estilos hasta llegar a lo exagerado: actas de sesión masónica, artículos periodísticos, documentos históricos, homilías, pero relatando en cada uno de esos los hechos concretos de la trama que está desarrollando, una trama sin trama, la verdad, no construyó una historia, no le importó, es más, lo hizo a propósito; no hay tensión, desenlace, nada, solo relato con esos estilos, el viaje de un día ordinario de Leopoldo Bloom en sus actividades normales y un poco las de Stepehn Dedalus, y en ello, el encuentro con diferentes personas. Llama mucho la atención el capítulo dedicado a diferentes dublineses, uno por uno, en su actividad y coincidencias, encuentros, durante una hora y mientras el Virrey da su paseo ordinario vespertino por la ciudad para saludar a sus súbditos. Es genial. Hay tanto que hablar sobre este libro que bien ocuparía tomos completos: canciones, obras de teatro, poemas, así como también su irreligiosidad, su burla a las creencias cristianas y judías, y eso que él era judío y estudió con los jesuitas. Tiene particular interés por Shakespeare y la teosofía. Se destaca también las direcciones de los negocios (montones) de Dublín, y las noticias de los periódicos. La combinación de palabras de forma antojadiza y lo peor, reinventarlas descomponiéndolas y uniéndolas con otras en una misma frase. Eso en un pricipio parece ridículo, después entiende uno que es parte de esa genialidad tan brillante que puede saber a locura. Joyce te tira despiadado en la línea del tren a ver cómo te salvás por tus propios medios, te hala, te estira, te regresa al lugar donde debías continuar, busca que te tropecés, te caigás, te quedés perdido, pero en sus pequeños momentos de magnanimidad, te regresa, pero el extravío no ha sido en vano, te ha llenado de imágenes, datos, cosas y más cosas. Cuando te pasa el susto o la rabia, ves que traés una maleta llena de cosas nuevas. Me parece poco relevante, podría perfectamente no saberse, que a cada capítulo trata de una parte del cuerpo, una rama del quehacer humano, un color, etc., es parte de sus excentricidades, y no parece respetarlo el mismo. Finalmente, decir que esa obra es un absurdo endiosada injustamente, no permite ver todo el despliegue de cultura, rebeldía, el esfuerzo, la creatividad de su autor. No puede bajársele del pedestal de ser una de las mejores obras de toda la historia.

hace 3 años
4

Pues no sé por qué me he liado con esta lectura, como tengo por norma acabar los libros, pues puedo decir que lo he terminado. Pero aviso a futuros lectores: el libro tiene escaso argumento, es difícil saber quién relata, no se introducen los personajes y apenas las circunstancias que le rodean. A Joyce le gustan la listas interminables de cualquier cosa. Hace otros muchos giros en la escritura, lo mismo inventa un lenguaje o una serie de palabras, que hace diálogos con entes abstractos o escribe páginas y página sin puntos ni comas. La temática subyacente del libro es la religión, la historia y los personajes históricos o el sexo. Yo no puedo recomendarlo porque no lo he disfrutado, pero reconozco que hay momentos de gran brillantez en esa escritura tan dispersa.

hace 4 años
1

NO CONTIENE CLAVES ("EL QUIJOTE", "EL PROCESO"...), TAMPOCO FORTALECE CONTRA LA FATALIDAD ("VIAJE AL FIN DE LA NOCHE"...), NI ILUSTRA SOBRE ECONOMÍA, POR EJEMPLO ("LOS BUDDENBROOK": "LEHMAN BROTHERS" QUEBRÓ A LA 6.ª GENERACIÓN). ASÍ Y TODO, SON NUMEROSOS LOS ESCRITORES CONSAGRADOS QUE LO INCLUYEN EN SU DÉCADA DE CLÁSICOS, PREFIRIENDO UN MONSTRUOSO REMEDO CON DEMENCIALES JUEGOS FONÉTICOS A "LA ODISEA". YA G. B. SHAW Y D. H. LAWRENCE SE DESPACHARON A GUSTO CALIFICÁNDOLO DE "REPUGNANTE" Y "OLLA PÚTRIDA", RESPECTIVAMENTE.

hace 6 años
7

hasta donde lo he leido me ha parecido muy bueno. aunque si reconozco que las primeras 105 paginas son dificiles. lo deje la primera vez a las 30 páginas pero en esas 30 el libro me convencio. les digo que este es uno de los ultimos clásicos que deben leerse, pues contiene mucho del resto de su tiempo. cuando lo deje me deje llevar del mito de libro imposible e indescifrable, pero ya que uno se mete en la rutina de Bloom y sus amigos los detalles se hacen faciles. es solo una critica a veces con burla sobre la sociedad inglesa y la sociedad irlandesa de su tiempo. en el libro se puede ver que la gente de las irlandas era unida, sino que como cada pais inglaterra los invadio, los volvio nada y después les reprocho su nacionalismo porque según ellos lo correcto en el mundo era una republica.

hace 8 años
5

Este libro debe leerse con paciencia. Es un ejercicio literario para lectores avezados que sientan curiosidad. Del mismo modo no tengo ningún rubor en confesar que no me gustó en absoluto. Larga vida a quien se atreva e inmortalidad a quien haga una segunda lectura. Salud

hace 8 años
7

Es un libro maravillosamente bien escrito, pero terriblemente complicado. Hay que leerlo con calma, con mucha calma, depara pasajes preciosos, con otros (desde mi punto de vista) tediosos hasta decir basta. Mientras se lee, uno se da cuenta de estar leyendo un LIBRO con mayusculas, pero es fácil perderse y aburrirse en su endiablado laberinto literario...tanto como soltar carcajadas, o emocionarse con algunas de las reflexiones de el señor Bloom.

hace 10 años
6

Una vez ley que Joyce, le confeso a un amigo que estaba escribiendo un libro que haría que todos los criticos literarios estuvieran especulando sobre que diablos queria decir en el mismo durante al menos 100 años. Supongo que desde su tumba se estara partiendo de risa. Confieso que lo abandoné sobre la mitad mas o menos, es un libro del que no dudo su calidad literaria pero no pude con el, sencillamente me perdía. Para los que se arriesgen a leerlo un consejo, lo mismo te da leerlo de forma lineal que leer episodios sueltos al tun tun. Suerte.

hace 13 años
3

Desde mi más absoluta ceguera literaria, debo reconocer que siempre he tenido un deseo malévolo para los entusiastas de este libro: que el azar les depare muchas lecturas como ésta.

hace 13 años

De verdad que lo he intentado pero me supera. Vaya que no puedo con él.

hace 13 años
2

Lo leí por pura cabezonería. Era él o yo. Y poco más puedo decir...

hace 13 años

No he podido con él, y lo he intentado dos veces

hace 13 años
8

Depués del Ulises de Joyce la forma de hacer literatura cambió para siempre. El lector viaja durante veinticuatro horas en la mente de Leopold Bloom y sus pensamientos desordenados. Travesía ciudadana al estilo del Ulises de Homero. El protagonista piensa y esos pensamientos son expuestos sin tapujos por el autor. Obra para leer y releer en busca de detalles perdidos.

hace 13 años
10

Te queda en la memoria toda la secuencia de lo que has leído, no sé, es como recordar una película, al margen de la dificultad de su lectura. A mí me parece una obra maestra.

hace 14 años
2

Pues a mí no me gustó la verdad, es como una poesía surrealista de 800 paginas. Demasiadas frases en latín, francés y alemán. Palabras inventadas, y construcciones gramaticales sin sentido.

hace 15 años
8

La complejidad en la lectura del esta novela no reduce para nada su influencia gratificante, para leerlo es necesario mantener una constante compenetración con la trama, los personajes porque un pequeño defasaje en la continuidad de su lectura prácticamente obliga a un retroceso en sus páginas hasta volver a entrat de nuevo en el mundo de Leopold Bloom, incluso pienso que una segunda lectura es muy saludable para aclarar cualquier punto que haya quedado cojo en la primera vez.

hace 15 años
10

Libro de complacada lectura pero, para el que logra superarla con éxito, uno de los más gratificantes y apasionantes que jamás se han escrito. Es recomendable no leerlo hasta haber adquirido una considerable cultura literaria, puesto que el lector poco instruido puede perderse fácil por el maremagnum de citas y referencias cruzadas que es el Ulises. Pero si eres un lector avezado y aún no lo has leído, abordar este libro de Joyce puede ser una de las experiencias más enriquecedoras que todavía ha de depararte la lectura.

hace 16 años