La gris vida de un parisino cuarentón, director de una fábrica de máquinas de escribir se va a acabar. Ha decidido romper con su vida formal y convencional. Apartar a su familia, dejar a su mujer, dar distancia a sus molestos e incompasivos hijos; abandonar la cobardía y el fácil acomodamiento que le supone la rutina diaria.
Coge un tren para Roma para encontrarse con Cecile, su amor. La pasión, la vida, la juventud perdida están al lado de ella, en Roma. El viaje en un vagón de tercera comienza, y una serie de personas, situaciones, insignificancias, le transportan al pasado y, siempre tras el pasado, aparecerá el futuro.