Yukio Mishima (1925-1970), de vida fulgurante y muerte espectacular haciéndose el «seppuku» es el autor que más ha hecho por introducir la literatura japonesa en Occidente. En la aridez de la posguerra, supo infundir nueva savia en el mundo literario de su época. Las tramas sólidas y consistentes de sus novelas, el profundo análisis psicológico de sus personajes y cierta dosis de humor en sus obras le hicieron ser muy leído fuera de Japón, al tiempo que se valoraba como típicamente japonés el poder sensual e imaginativo de su estilo y la atención al detalle. Para muchos críticos, Mishima, cuya forma de vivir y morir ha oscurecido el inmenso valor de su obra, es el novelista japonés más importante del siglo XX. Obra inédita en una lengua occidental, «Los años verdes» nos presenta una faz desconocida de Mishima. El amor y la estafa entrecruzan sus hilos hasta formar una sutil telaraña que atrapa al protagonista, Makoto Kawasaki —trasunto de un personaje real—, en una agonía psicológica y al lector en un intenso camino de iluminación. Makoto, víctima del ejercicio exacerbado del raciocinio, que de estafado se convierte en estafador, tiene claro que «hacer dinero nace solamente de una especie de negligencia y no es más que un momento en el proceso de investigación de la verdad». Una verdad autodestructora y sobrecogedora en el Japón de finales de los años 40.