No había vuelto a leer “Rebelión en la granja” desde que lo hiciera, hace ya muchos años, como lectura obligatoria en el colegio, y confieso que me ha encantado.
Con gran acierto y sentido del humor, el autor describe cómo los animales que viven en una granja se sublevan contra su propietario, lo echan y toman las riendas de la misma. El objetivo inicial es optimizar y disfrutar del fruto de su propio trabajo sin la tiranía que los humanos ejercen sobre ellos; pero pronto esa prosperidad inicial irá a menos, debido a las rivalidades internas y a la corrupción que se instalará entre los animales que regentan el poder.
La novela es una magnífica alegoría del régimen soviético de Stalin; el paralelismo con los personajes de la historia rusa es brutal y fácilmente identificables. Fue escrita durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña y la URSS eran aliadas y la primera evitaba las críticas al régimen ruso, de ahí que le costara tanto al autor lograr su publicación y la controversia que generó la misma.
Pero la crítica velada que plasman estas páginas —abusos de poder, corrupción, desinformación y engaño a la población…— es extrapolable a otros regímenes totalitarios y lamentablemente no pierde actualidad en nuestros días.
Mi edición incluye un prólogo del autor con el título “La libertad de prensa”, también recomendable.
En resumen, se trata de una novela breve muy interesante, no solo por la reflexión histórica —y no tan histórica—, a la que da pie, sino que además, al estar protagonizada por animales y narrada a modo de fábula, resulta muy amena y fácil de leer. En mi opinión, de lectura imprescindible.
hace 1 año
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