Una obra de un fluir imparable y poderoso, el de la arena que avanza metro a metro para absorber las cosas y los seres, envolviéndolos en un manto de olvido. Kobo Abe plantea de forma intensa y precisa el conflicto del hombre enfrentado a sus propios limites y el sentido de una existencia cerrada. Un mundo en el que no existe más realidad que la materia, que sólo se puede aprehender a través de una exacerbada sensualidad.