Resumen

Junto con el Banquete, el Fedón y la República, el Fedro ocupa un lugar preeminente entre los llamados diálogos críticos. Aunque mucho se ha insistido sobre la dificultad de determinar el tema a partir del cual se organiza esta conversación, que se prolonga durante un día entero y versa sobre el amor, la retórica y la naturaleza de la escritura, el diálogo se divide en dos partes que se oponen y complementan. En la primera, Sócrates inicia en los misterios de la belleza al joven Lisias, que ha elaborado un discurso en contra de Eros. La segunda parte está consagrada a una discusión sobre el arte de la palabra, en donde Sócrates elabora un recuento de las ventajas y desventajas de la retórica.