Me gustó mucho esta novela de Jesús Fernández Santos por tres razones: se trata de una historia de amor lésbico y religión narrada con bastante sutileza a la vez que atrevimiento, lo cual siempre es difícil a la hora de tratar este tipo de temas; el lenguaje es deslumbrante, suena a arcaico pero a la vez es cercano e íntimo, muy próximo; y, por último, me gusta mucho el punto de vista: femenino, personal, subjetivo, enamorado.... Faulkner y Pavese son los autores que me vienen a la memoria en esta novela histórica que en la que, además, se agradece su brevedad. La recomiendo, no ha envejecido mal, a diferencia de muchas otras escritas por la misma época.
hace 7 años