Este volumen se centra en el romanticismo de las flores. Es decir, explica el significado de cada flor y lo describe a través de pasajes e ilustraciones cautivadoras. ¿Qué puede ser más agradable que recibir un inesperado ramo de flores? Un ramo de campánulas azules para dar brillo a una comida, lirios del valle para celebrar el mes de mayo o un simple ramillete de madreselva silvestre recogida en los páramos. El placer puede ser mucho más intenso si se aprecia que las flores tienen por si mismas un significado oculto. Desde tiempos remotos, las flores han sido simbólicas. Desde los claveles a los crisantemos, nuestra amplia gama de plantas es capaz de expresar nuestros sentimientos sin tener que recurrir al mundo de las letras. La hiedra puede enviarse para convenir fidelidad y, combinada con algunos junquillos puede ser una petición de vuelta a la confianza. Los claveles los enviaría un amor desesperado, y la chica que recibe narcisos deberá interpretar que el que los envía piensa más en sí mismo que en ella. Los pretendientes más ardientes tendrán cuidado al elegir sus rosas, pues la rosa roja es una embajadora del amor y la rosa japonesa invita al ser amado a encontrarse a la luz de la luna, mientras que la rosa amarilla significa un amor en decadencia, celos e infidelidad.