En La belleza del marido, la poeta canadiense Anne Carson sentencia: “El deseo al cuadrado es amor y el amor al cuadrado es locura./ La locura al cuadrado es matrimonio.” Pero ¿qué sucede cuando esta educación deja de funcionar? Camas separadas trata de responder esta pregunta a través de once escritores mexicanos que se internan con desencanto y humor negro, con dolor y aguda ironía, en los dominios de las facturas afectivas. El encuentro casual e incómodo de dos ex amantes; el ligue por internet como paliativo de la soledad; la ausencia del ser amado vista desde una óptica musical; el divorcio patente en la repartición de los bienes en común; el esoterismo como vano refugio contra el desamor; la verdad que acecha detrás de la pantalla diseñada por una apreja perfecta; la metamorfosis de la amante desatada por un viaje exótico; la inminencia de una separación en la que se perfilan los fantasmas de otros amores; el implacable deseo de venganza que anima la búsqueda de la mujer ideal; los extremos a los que llega la furia de una mujer despechada; la ruptura que concluye con el desprendimiento absoluto: he aquí las diferentes escalas de un periplo literario que arranca justo cuando termina el amor definido atinadamente por Schopenhauer como “ un episodio poético hasta en la vida del hombre más prosaico, lo que a veces lo ridiculiza”.