“Botas de lluvia suecas” es la última novela de Henning Mankell, el autor de la serie de novela negra conocida por el nombre de su protagonista, el detective sueco Wallander, que alcanzó a publicar poco antes de morir. “Botas de lluvia suecas” es una novela triste, pues trata sobre la vejez, el amor y el deseo, aun presente en la edad madura, la familia, las ganas de vivir, el miedo a morir, la búsqueda del último sentido en la vida. Narrada en primera persona, "Botas de lluvia suecas" está salpicada de confesiones del médico jubilado Fredrik Welin, también protagonista del libro de 2006 "Zapatos italianos", del que es, en palabras del propio autor sueco, una continuación "libre". La historia inicia cuando una noche de otoño, la casa de Fredrik Welin, un solitario médico se 69 años, que vive en una Isla sueca ubicada en un archipiélago sueco frente al mar Báltico, es arrasada por el fuego. Welin, se salva pero esa noche pierde su casa y todas sus pertenencias y recuerdos, por lo que tiene que vivir en un viejo remolque propiedad de su hija, con la cual tiene muy poca relación. De repente, cuando el médico se enfrenta al rumor de que él mismo provocó el incendio de su casa y a los interrogatorios de la policía, llega a la isla su hija Louise por motivos que nunca quedaron claros, y aparece también una periodista, Lisa Modin, que investiga por cuenta de un pequeño diario local el incendio y que despierta en el corazón de Welin sentimientos que tenían años de no salir a flote. Todos esos acontecimientos sumen en el desconcierto a Fredrik, que ese otoño ve como se acerca a la vejez, obviamente, también a la muerte, y por ello, busca saldar todas sus cuentas con la vida. La novela me gustó, y además, me puso a reflexionar lo que me viene por delante, a unos cuantos días de iniciar mi sexta década de mi vida: ¿qué me espera?
hace 4 años