Más que una novela o incluso un western, me recuerda a algunos autores de la generación perdida como Faulkner, Steinbeck o Caldwell en sus historias ambientadas en una América rural embrutecida. El mayor atractivo del libro es la forma de funcionar del protagonista, con sus pensamientos, rutinas y manipulaciones, que resultan realmente divertidas (sabiendo aplicar el filtro racista y machista). Un escritor que no conocía y que seguiré leyendo.
hace 1 año