Retranca irlandesa del siglo XVIII con algunas gotas, bastantes, de humor negro. La humilde proposición era comer niños pobres, por los muchos beneficios que la medida generaría en todos los ámbitos y sectores de la sociedad. La creación de hospitales para incurables (tontos incurables, petimetres incurables, cascarrabias incurables, etc.) es otra de las propuestas de este original autor que termina sus iniciativas con una larga serie de consejos para cada uno de los puestos de servicio de una casa.
hace 4 años