Es un libro agridulce,cuenta la historia de una familia de clase media baja de los años 80 vista desde el prisma de los ojos inocentes de un chaval de 12 años, que empieza siendo un niño y por circunstancias termina teniendo que madurar y hacerse mayor a la fuerza.La ternura con la que cuenta las cosas Ángel, el protagonista,hace que te encariñes de él, y sufras inevitablemente al verle ir abriendo los ojos poco a poco a la realidad que tiene delante,pero también que te rías en algunos momentos con sus ocurrencias,y que disfrutes acompañándole en sus juegos en el recreo,o en sus vacaciones en el pueblo(esa parte me ha recordado un montón al libro El Camino de Delibes),y que sonrías al recordar con nostalgia cosas tan ochenteras como el Tang,los bocadillos de pâté Apis o los dibujos de Barrio Sésamo.Reumiendo:Un libro con una historia de fondo bastante dura,que me ha arrancado alguna lagrimilla,pero también más de una sonrisa.Le doy un 7.
hace 9 años