En este trabajo, la artista hace suya la teoría matemática del mismo nombre y estudia los cuerpos como estructuras dotadas de entidad propia, capaces de sentir, desear o anhelar y que se alejan del yo para construir su propio universo. Es en esta dualidad entre el alma y el cuerpo donde se encuentra el ser humano, tratando de entender su realidad a través de pulsiones contrapuestas. Tal y como se mezclan las vivencias desde estos dos planos, este libro entremezcla con brillantez la poesía, la prosa y los llamados semaforismos, breves poemas cargados de ingenio que la autora define como “conclusiones a las que se llega mientras se espera en un semáforo en rojo”.