Andrea es la señorita prudencia, ella mismo lo dice. No le gustan las aventuras, el peligro y mucho menos el sexo sin sentimientos de por medio. Víctor es el descaro personificado, o sea, todo lo contrario. Es divertido, bromista y demasiado guapo según nuestra protagonista. Parece que entre ellos surge una fuerte conexión pero los astros no se han alineado correctamente y una serie de fortuitos (y no tan fortuitos) sucesos impiden que Andrea y Víctor disfruten de su historia de... ¿Amor? Si quieres reír, suspirar de amor y morderte las uñas, este es tu libro. Descúbrelo.