Bennett Driscoll es artista: antiguo nominado al premio Turner y estrella en declive. A los cincuenta y cinco su esposa lo ha abandonado, hace dos años que no vende ningún cuadro y su galería quiere dejar de representarlo porque su obra tendrá más valor en sentido retrospectivo... cuando haya muerto. Así que, con una casa grande en un barrio del oeste de Londres y sin ingresos, no le queda más remedio que mudarse al estudio que tiene en el jardín trasero y alquilar la casa a través de una popular plataforma de alquileres vacacionales: AirBed. De pronto, a Bennett todo se le pone cuesta arriba: se siente un intruso en su propia casa, su hija Mia se ha marchado a estudiar Bellas Artes y cualquier posible relación se acaba antes de empezar. Todo eso cambia cuando tres huéspedes distintas (Alicia, una estadounidense solitaria; Emma, la artista torturada; y Kirstie, una divorciada que se atreve a ser un poco optimista) sacan a relucir partes de sí mismo que creía haber perdido hacía tiempo.