¿Quién fue Goethe? Carl Wilhelm Stadelmann –secretario del autor del Fausto, despedido por borracho– responde parcialmente a esta pregunta cuando evoca en su mísera vejez al antiguo amo. Stadelmann es sacado del asilo de pobres para participar en un impostado homenaje póstumo a Goethe: al hilo del viaje a Frankfurt, que acabará truncándose, van aflorando impresiones y recuerdos, lúcidos y enmarañados, a través de los filtros del tiempo, de la amistad y del vino. Un personaje marginal en la vida de Goethe es la excusa para contemplar desde otra perspectiva sus poemas de amor, sus experimentos sobre la teoría de los colores o su visión del mundo, pero también para dejar patente la individualidad de Stadelmann, un hombre vitalista que rehusó ser espejo del genio al que servía. En suma, esta obra de Claudio Magris es un bello ejercicio imaginativo sobre unos hechos que, en esencia, fueron reales.