Cogí el libro con muchas ganas, sin embargo con el paso de las páginas se hacía más costoso seguir con la lectura. A destacar el afán de supervivencia de Byrd semejante al deseo de protagonismo y reconocimiento social.
hace 4 añosCuando el almirante Richard E. Byrd partió en su segunda expedición a la Antártida, en 1934, ya era considerado un héroe por haber pilotado los primeros vuelos sobre los polos Norte y Sur. Su plan para esta última aventura era pasar seis meses solo en el continente helado recopilando datos meteorológicos y, sobre todo, complacer su deseo de «saborear la paz, la tranquilidad y la soledad lo suficiente para descubrir lo buenos que son en realidad».Pero pronto todo comenzó a ir mal. Aislado en su cabaña, en medio de la omnipresente noche antártica, soportando una temperatura media de 50º bajo cero, y sin esperanza de ser rescatado hasta la primavera, Byrd comenzó una lucha agónica por salvar su vida. Solo es el estremecedor relato, en primera persona, de aquellos días.
Cogí el libro con muchas ganas, sin embargo con el paso de las páginas se hacía más costoso seguir con la lectura. A destacar el afán de supervivencia de Byrd semejante al deseo de protagonismo y reconocimiento social.
hace 4 años