En este libro Lydia Davis repasa temas como: amigos aburridos, Marie Curie, los vecinos, el matrimonio, la ética, los tanatorios, los hijos, la guerra, los diccionarios, en fin, abarca un poco de todo con un hilo conductor: la belleza del lenguaje al servicio de una idea que todos hemos sentido de forma incoada, pero que quizás nunca hemos podido conseguir cuajar.