Sevilla, julio de 1492. La ciudad bulle en vísperas de importantes acontecimientos que cambiarán España y el mundo entero. David Franco, un joven de familia judeoconversa, trabaja como carpintero en las Reales Atarazanas, desconocedor de los graves sucesos familiares que condicionarán su vida. Los Reyes Católicos acaban de decretar la expulsión de los judíos de todos sus reinos, y su hermano Saúl ha desaparecido misteriosamente.