María Jesús Leza nos ofrece este conjunto de relatos vinculados al Norte que desarrollan el proceso natural de la vida: niñez, adolescencia, juventud y madurez; aunque el lector debe tener en cuenta que ni la referencia al tiempo pasado ni la ubicación geográfica suponen una delimitación concreta de la materia empleada en las narraciones sino un marco privado en el que tanto el recuerdo —en singular— como el Norte son percepciones íntimas de la autora que van mucho más allá de una mera relación de sucesos acaecidos o imaginados.