Pues de momento lo estoy leyendo y me está gustando, me gusta la época, y la manera de enfocar las cosas.
hace 14 añosSer mujer en el siglo XIX en México, mitad juarista, mitad porfiriano, no fue una empresa fácil. Aun no existía el cinematógrafo para soñar con los besos del celuloide, y las jóvenes casaderas de la sociedad criolla recién emancipada no tenían mas remedio que bordar y rezar. Pero era pensar: una mujer que piensa puede caer en el pecado fácilmente, y así se introduce el Demonio. Pero soledad Ugarte nunca dejo de pensar. Y aunque se lleno de hijos y aprendió a reprimir sus deseos en su armario interior, se atrevió a descorrer uno a uno los velos del misterio: descubrió que el mundo fue hecho para los hombres, que los hijos no nacen del ombligo, que el placer de la carne no es pecado y detrás de las apariencias y las buenas costumbres se pueden llegar a esconder las peores mentiras familiares. Descubrir esto le costó a Soledad Ugarte una vida. Un tema inquietante vigencia pese al paso, no siempre terapéutico, del tiempo.
Pues de momento lo estoy leyendo y me está gustando, me gusta la época, y la manera de enfocar las cosas.
hace 14 años